Un militar muerto y otros siete heridos, dos de ellos en condición de gravedad, fue el saldo de un ataque con cilindros bomba y tatucos contra la base militar de Puerto Jordán, en el departamento de Arauca, según confirmaron fuentes castrenses que atribuyeron la acción al Ejército de Liberación Nacional (Eln).
Tras el ataque, los uniformados heridos fueron trasladados de urgencia desde Puerto Jordán hasta el hospital principal de la ciudad de Arauca, la capital del departamento, para recibir atención médica especializada. Las autoridades informaron que dos de los militares presentan un pronóstico de gravedad debido a la severidad de sus lesiones.
Información preliminar de las Fuerzas Militares, aunque los hechos continúan en investigación, señala como presunto responsable del atentado al bloque ‘Camilo Cienfuegos’ del estado mayor del frente de guerra Domingo Laín Sáenz del Eln, una de las estructuras más beligerantes de esa guerrilla con fuerte presencia en la región fronteriza con Venezuela.
Este hecho violento revive lo ocurrido hace un año, el 17 de septiembre de 2024, cuando esta misma guarnición militar fue blanco de un ataque de características similares. En aquella ocasión, la acción terrorista, también atribuida al Eln, dejó un balance de dos militares muertos y otros 26 heridos.
Aquel atentado marcó un punto de inflexión en las negociaciones de paz y fue el detonante de una escalada violenta que llevó al Gobierno Nacional a suspender los diálogos con ese grupo armado en enero de 2025, cerrando la puerta a una salida negociada al conflicto.
Como consecuencia del ataque de 2024, que además causó graves daños a la infraestructura del comando, se implementó un paquete de medidas de seguridad. Entre ellas, se instaló un puesto de control permanente en la vía que comunica a Puerto Jordán con Pueblo Seco, se construyeron refuerzos perimetrales y se intensificaron los patrullajes.
Adicionalmente, se instalaron nuevos postes de energía para mejorar la iluminación, se talaron árboles en los alrededores del cantón para despejar el campo de visión y se ordenó la ejecución de ejercicios de reacción y contraataque cada dos días para fortalecer la capacidad de respuesta de las tropas.
